PRETENDIENTE- «Ténganse, señoras Gracias pluscuamciviles y más que mohosas; no sean tan arrosméticas de los tiempos; no nos los quieran dividir en átomos, y darnos las vidas por ellos. Yo, por mí, y como marido y conjunta persona de todas tres, y como consanguíneo y conjunto de todos cinco, y como un sexto de todos seis, quiero y requiero y protesto que todos seis unánimes y conformes, seamos maridos de toda tres. Y las dichas todas tres, de mancomún y la voz de una, y cada uno por sí, y por el todo y por cada parte, sean esposas, y mujeres, y matronas, y madres de familias de todos seis, renunciadas todas las leyes de la división, como en ellas se contiene. Porque de tal manera debo amar a mis amigos, y ser bueno para los buenos, que me sea mayor amigo a mí, y no me sigan malos daños, acepto las estipulaciones de todas tres.
Talía.— Y yo la de todos seis, con licencia de mi señor padre.
Baco.— Por sola esa mohosa gracia, hija mía, redrojo mío, cuando no tuvieras otras mil gracias, merecías ser polígama de todos seis polígamos. Yo, como padre, dispenso contigo y con ellos.
¡Ea, daos todas y todos las manos, con la bendición de los dioses y la mía! ¡Con qué facilidad os queríais papar diez y ocho bigamias! Tres veces seis, diez y ocho: tantas son. ¡Oh hijos e hijas míos!, qué prudentes habéis sido en buscar y preferir el valor de los ánimos, y no dárseos nada de la hermosura y gentileza de los cuerpos. Habéis merecido, hijas, por vuestra discreción, el valor de los ánimos generosos de estos men digos caballeros. Y vosotros ¡oh dignos yernos míos poltrónicos!, habéis merecido, por vuestra sabiduría, la hermosura y belleza interior de las almas de estas palomicas sin hiel.
PRETENDIENTE
— Padre Baco, apoltronado,
todos seis somos contentos
de los ternos casamientos
de los seises desposados.
Los nietos diezyochavados
tendrán todos a tres madres
y a seis valerosos padres,
y ciento y ocho bisnietos,
seiscientos tataranietos,
y los seis, cinco compadres».
Las gracias mohosas, entreacto de la Tragicomedia de los jardines y campos sabeos (1624)
“(Salen los seis enamorados con broqueles de corchos y espadas de palo, y lanzas de cañas verdes, armados a lo ridículo. (…) Hacen sus galanterías cojeando y dando caídas. (…) Corren sus cañas, y quiébranlas, y sacan sus espadas, y danse sus cinco golpes, cayendo todos en el suelo.)
BACO: Valerosamente habéis, hijos míos, todos seis torneado. Solo falta, que Aglaya juzgue, cuál debe llevar el prez, pues es justo, que a quien duele la muela, ése se la saque.
AGLAYA: Padre mío, dice otro refrán, que a quien dieron a escoger, dieron qué entender.
BACO: Decid vuestro parecer, hija mía, que más vale vergüenza en cara que mancilla en corazón.
AGLAYA: Digo, señores, que todos seis habéis andado valerosos Caballeros, y todos seis sois dignos y merecedores d’esta vuestra Caballa, por quien habéis tan valientemente lidiado. En igual grado os quiero a todos; no es razón, que haga agravio a ninguno de tales campeones. A todos seis os admito por míos por semanas, porque ninguno pueda quedar quejoso.
BACO: ¡Ay hija mía! ¿Bígama queréis ser? ¿Dos, tres veces queréis ser gama?
AGLAYA: No, padre, sino con seis gamos quiero correr como gama.
BACO: No, hija mía, no es razón que vos introduzcáis en el mundo la bigamia en las mujeres, que seréis peor que la Reina Semíramis, que aunque tuvo muchos hombres, no fueron muchos matrimonios.»
“Entreacto segundo», Tragicomedia de los Jardines y Campos Sabeos